-Hola chicos ¿puedo jugar con ustedes?
Y los chicos, muy buenos le contestan que si. Lucas pensó: buenísimo.
Cuando terminaron de jugar, Lucas se despidió diciéndoles si al día siguiente querían ir a jugar a su casa, a la pelota, a la play station o a la computadora.
Luego de un tiempo de conocerlos les cuenta un secreto y les pide que no le digan a nadie, que nunca se rompa la promesa que hicieron y que no se les olvide el secreto.
Mientras tomaban una leche chocolatada con galletitas cuentan historias de terror, humor, etc.
Al rato vuelven a jugar a la pelota, pero se hace de noche y los chicos se tienen que ir a sus casas. Lucas les ofrece que darse pero no pueden.
Finalmente, los amigos se despidieron y volvieron a su casa, luego de prometerse que guardarían el secreto para siempre.
Autores: Gabriel Cédola y Santiago Rodriguez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario