Yo tenía un perrito
que aparentaba ser bonito.
Era como una oveja
y tenía largas orejas.
Comía en un lujoso plato
su comida de perro
y al pasar un largo rato,
saboreaba unos huesos.
Mi perrito era malo como un toro
y ladraba como un lobo.
Pero cuando yo lo acariciaba
casi no ladraba.
Fausto Gurrieri
2 comentarios:
Que hermosa poesia! Tenes gran talento para la escritura. Te felicito!!
-muy linda y tierna
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